Proyecto Chavita 3: Teléfono y táctica disuasoria

Ayer descubrí que Chavita tiene un teléfono celular. Se instaló en su lugar habitual en la barra del café, y luego fue al contacto que hay junto a un refrigerador, para conectar ahí el cargador. Al rato lo recogió, revisó —imagino— si tenía llamadas perdidas o mensajes, guardó el teléfono en un bolsillo de su saco y se fue.
Hoy que llegué ya estaba aquí. Ensayé una estrategia que, por lo visto, funcionó: no fumé, ni siquiera saqué la cajetilla, sino hasta que lo vi levantarse para largarse. Fue una media hora de vigilancia angustiosa. Imprimir esto

4 comentarios:

Anónimo dijo...
26 de febrero de 2008, 9:37

Parece que Chavita también está controlando tu adicción al tabaco.

Octavio Aguirre dijo...
28 de febrero de 2008, 15:32

Ángel guardían, ángel de la muerte o una persona con simples y llanas ganas de chingar. No sé quién está más obsesionado con quién, pero esto resulta interesante

Anónimo dijo...
29 de febrero de 2008, 8:38

Querido Israel. Hoy puedo desearte un: ¡Feliz, feliz no cumpleaños! Mañana no.

Alejandro Vargas dijo...
29 de febrero de 2008, 14:02

Chavita vive de tu tabaco.